La Libertad nace de la Consciencia

 

Muy pocos suelen preguntarse cuál es el propósito de equis o ye relación. Ya sea marital, familiar, laboral, vecinal, cualquier relación. ¿Cuál es su propósito? Lo común, es que cuando surge un problema, reflexionamos sobre ello. Si estas personas no funcionan como nosotros queremos o como socialmente creemos deben ser, entonces sufrimos. Y hacemos maroma y teatro para rescatar la relación, sobrepasarla o ponerle fin. Nos generamos un sinfín de creencias de lo que debería hacer una pareja, una madre, un hijo, un socio, un colega del trabajo, un maestro, un político determinado, etcétera. Encasillamos a las personas.

Si nuestras relaciones están fundadas en factores externos, como el poder, el dinero, la conveniencia, la belleza o el placer, entonces son inestables. Te llevan a la inseguridad y a la falta de armonía. Por el contrario, cuando las relaciones se sostienen con base en el amor, la honestidad, el respeto, el crecimiento, el servicio, el compartir, entre otros valores, entonces son significativas.

Reflexionar en los valores que están sosteniendo una relación es abrirse a la consciencia; es llevar la atención hacia ti mismo -si te traen alegría, por ejemplo, o tristezas o ambas cosas y con qué frecuencia- y estas reflexiones te impulsan a su vez a la acción correcta en donde quizás puedes sanar la relación. La elección de una vida de consciencia o una de inconsciencia decide el camino de tu destino.

Entonces, vayamos por partes. La consciencia es la capacidad de poner atención a lo que hacemos, pensamos y sentimos y vincularnos con la realidad circundante. Vivir conscientemente, significa que uno no busca ser rescatado del sufrimiento. Significa no culpar a los demás ni aferrarse a las otras personas como prisioneros, demandando que te saquen de tu tristeza, de tus miedos y de tu dolor. Esta consciencia nos libera del hábito de movernos hacia el sufrimiento gobernados por patrones de pensamientos inconscientes que se han generado a lo largo de la vida de cada persona. Descubrir, por ejemplo, que hay miedos en uno mismo, culpas, sentimientos de inferioridad, egoísmos, celos, apegos, entre otros, es importante. Es un punto de partida para comenzar un viaje hacia una transformación personal.

Un momento de inconsciencia puede marcarte y darte tanto sufrimiento por años. Si estás resentido, culpando, juzgando a una relación, entonces te estas moviendo desde la inconsciencia.

Así que meditar en la libertad en las relaciones, nos ayuda a conectarnos con lo esencial de la vida. Se crea un espacio interior en donde ya no se está más en prisión ni encarcelado a otros. Estas meditaciones son herramientas para despertar al amor y guiarte también a lo sagrado de tu consciencia. Uno puedo encontrarse con una inmensa, poderosa, compasiva y sabia consciencia dentro de sí; que te despierta al afecto y a la conexión entre tú y el otro.

En Casa Paz, estamos compartiendo enseñanzas sobre la libertad en las relaciones. Si estás interesado puedes contactarnos y preguntar por la fecha programada.

Namasté