La consciencia colectiva del planeta está creada por la vibración de todos los seres que la habitamos. Tal vibración genera inter dimensiones. Las dimensiones son las métricas que los físicos usan para describir la realidad y están hechas de energía. Por siglos hemos vivido en una dimensión de tercera que nos ha condicionado a un sistema limitado del cual sobrevive el más adaptado. Pero ahora, la Tierra está lista para pasar a una nueva dimensión libre de abusos y falta de aprecio. Por ello, estamos a travesando un proceso de transmutación celular, de ADN, energético y kármico. A este proceso, se le conoce como ascensión.
La ascensión significa elevar la consciencia hacia altas frecuencias dimensionales. Esta ascensión está dejando atrás la realidad ilusoria en la que hemos estado viviendo durante miles de años. En el hinduismo a esa ilusión se le conoce como māyā y en éstas época moderna le llamamos matrix.
Por ende, ascender, conlleva soltar las viejas ideas, tal como los pétalos de las rosas empiezan a caer cuando se están secando o como el árbol que suelta sus hojas secas cuando ya no las necesita. Y es que, al elevar la consciencia, ya no necesitamos un sistema opresivo, por eso, vemos caer hoy en día los pilares de la educación, la economía, los medios de comunicación y la política.
Por otro lado, la cantidad de energía de las explosiones solares que están ingresando al planeta, afectan la médula espinal. Pues, allí ocurre la restauración de las hebras de ADN. Esto produce ese gran cansancio y molestia física en general, con reflejos en distintos órganos y el sistema óseo como: molestias en la espalda baja, hombros, rodillas, cadera, sacro, costillas, o sea, distintas áreas del cuerpo y huesos. Nos estamos separando de la estructura de la vieja energía.
Pero también es una recalibración senso-cuántica, que es la energía con la que está hecha el alma. Toda la memoria de nuestra alma, a lo largo de las eras, está almacenada en nuestros propios huesos, pero es en la columna vertebral donde está extendido el cableado nervioso.
En resumen, es un cambio de energía mental, física y álmica. Así que como humanidad necesitamos vibrar diferente de antaño. Lo que implica un mayor nivel de conciencia y entender que todos somos parte del todo.
¿Qué es lo que impide la ascensión individual? El miedo que nos somete nuestros egos.
Afortunadamente algunos ya han elegido un camino de conexión con la fuente creadora que es el amor. Y ahora se está volviendo más evidente que se necesita de esa energía a medida que se acelera el tiempo de transición en nuestro planeta. Aquellos que elijan permanecer en la vieja conciencia, permanecerán ciegos a este proceso de ascensión y continuarán vibrando bajo.
Namasté
Ma. Elena Zenteno Tovar