Una forma muy eficaz de generar emociones positivas es vivir plenamente. En este espacio de reflexión el tema es sobre el momento presente.
¿Cuánto tiempo invertimos en planear nuestro futuro y cuánto nos quedamos atrapados en las imágenes de recuerdos? Esto es debido a la corteza cerebral de nuestro cerebro que nos hace presa de miedos y de interminables deseos.
Sin embargo, la existencia no sabe nada del pasado ni del futuro. Es una tendencia aprendida. Cuando bebés, sólo nos experimentamos a sí mismos. Después ampliamos nuestra experiencia hacia nuestros padres, familia y empezamos a establecer relaciones con otras personas. Estas relaciones, a veces, suelen tener mucho peso a tal grado que nos planteamos lo qué deberíamos ser en vez de lo que somos. Los genes y el entorno nos condicionan.
Y así vivimos, imitando a otros para construir una identidad, productos de creencias por nuestra edad, sexo, nacionalidad, posesiones además de hábitos y valores heredados sin cuestionarlos. Pero llegan momentos que nos obligan a replantearnos ¿para qué la vida?, ¿qué le da sentido?, ¿acaso dejamos de hacer algo?, ¿somos felices?
Quizás hemos dejado de ser sin darnos la oportunidad de sumergirnos en el aquí y el ahora.
Bendiciones
Ma. Elena Zenteno Tovar
Oneness Trainer