Todo es consciencia. Tu consciencia crea tu realidad y es multidimensional. Por ello, eres un creador consciente. Y lo que sea que tú quieres crear en tu vida, puede hacerse a través de una percepción pura, compasiva, amorosa y coherente. Estos atributos son parte de la nueva era en que vivimos. Y son muy poderosos.
En las diversas civilizaciones, como la hinduista, la azteca, la maya, la griega y la egipcia se ha dividido la evolución del planeta. En el hinduismo, por ejemplo, se divide en cuatro eras: oro (Satya Yuga), plata (Treta Yuga), bronce (Dvapara Yuga) y hierro (Kali Yuga). La humanidad, por sus esfuerzos, va progresivamente transitando en cada ciclo desde Kali Yuga que se caracteriza por una época de gran avance material, en donde predomina el egoísmo, la indiferencia, la superficialidad, el odio, el miedo, las guerras hasta Satya Yuga que se caracteriza por un gran avance espiritual, en donde el ser humano experimenta la divinidad en forma directa. Esta evolución no es lineal, sino va en forma de espiral ascendente, recomenzando el ciclo de las eras cada determinado tiempo, conduciendo a la humanidad a un nivel todavía más luminoso que el ciclo anterior. De esta manera, se supone que, a partir del 2003, entramos en la cúspide de un cambio planetario, a Satya Yuga o Edad de Oro, que implica un cambio en la consciencia y tiene una relación directa con el proceso físico de la Tierra.
A medida que el cambio se empieza a dar progresivamente en las diversas civilizaciones, la transparencia, la benevolencia, lo justo, se empieza a manifestarse cada vez más. La consciencia humana está comenzando a elevarse. Esto significa que la compasión, la amabilidad, el amor generan una luz tan brillante que las personas verán esto mucho mejor. Dejarán de ser considerados como cualidades débiles.
En el momento en que los niveles de conflicto se reducen en la conciencia humana, ocurren dramáticos cambios en el nivel de la Tierra también. Por ejemplo, se reducen las plagas en los cultivos, y la naturaleza se comporta de una manera mucho mejor sin la necesidad de productos químicos (Sri Bhagavan, s/f).
Así, en un proceso evolutivo espiritual, la consciencia humana afecta a la materia y es que el ADN (ácido desoxirribonucleico) de la persona funciona a una frecuencia más alta a tal grado que puede eliminar la enfermedad. De tal manera que cuando un ser humano se hace más multidimensional puede controlar cosas físicas con sus mentes.
La multidimensionalidad no está afuera de nosotros. Los centros energéticos de nuestro cuerpo llamados chakras, representan un reino de consciencia. Tenemos siete chakras por arriba del cuerpo, y siete por debajo, más los siete a lo largo de nuestro canal central, suman 21 chakras, 21 reinos. Esta es la multidimensionalidad. Existimos en estos 21 reinos, a veces casi al mismo tiempo. “Al aumentar la velocidad de cualquier chakra en particular, puedes entrar en ese reino de la conciencia” (Bhagavan, s/f). Y esto se logra meditando. Lo que genera una comunicación, una interconexión con tu yo superior, una alianza con la materia.
Así que la transformación de la conciencia del sí mismo a la consciencia colectiva o de unidad se sabe cada vez más. Tu conciencia cambia. Disfruta el viaje.