Hemos entrado al año 8 (2+0+2+4 = 8), el número de la justicia, que nos permitirá a la humanidad vivir en un relativo equilibrio. Según la numerología, el ocho mueve la energía de la abundancia, del poder y la sanación. Así que, a nivel colectivo, vamos a estar sanando, y todo lo que se esté dando en este año, volverá a uno.
De esta manera, dejamos atrás un 2023 que nos ayudó a elevar nuestra consciencia mediante el conocimiento. Desde su numerología 7, nos hizo observar nuestras decisiones para alinearnos con nuestra meta. Ahora estamos listos para sintonizarnos con el corazón serenamente.
Los que hemos llegado hasta aquí, agradecemos el crecimiento del alma. Y elevamos una oración por aquellos que han hecho la transición. A medida que pase este año, vamos a sentir la nueva energía solar incapaz de ser leída por instrumentos terrestres actuales. Estas frecuencias solares que han estado aumentando, amplifican lo que sentimos. Los experimentos científicos han demostrado que las vibraciones de las emociones, cambian el ADN.
La antigua sociedad matricial de tercera dimensión continuará, por ende, caótica y violenta, razón por la cual debemos estar más firmes, lúcidos y tranquilos.
Tenemos el poder de conectarnos con toda la creación a través del ADN, lo cual genera pequeños portales dimensionales. De estos portales, fluye una energía poderosa que es parte de nosotros, como lo han constatado los verdaderos científicos vedados por el sistema dominante.
La solución ante tal panorama del 2024, es fluir en una frecuencia amorosa y de comprensión hacia todo, conectándonos con nuestro potencial de luz divina.