2020 dejó una marca indeleble para la humanidad. Sus lecciones de lo que deberíamos o no hacer fueron retadoras. Ahora el año 2021 nos pide más que inspiración, nos demanda energía para nuevas posibilidades, gracias a los planetas de Urano y Acuario que se posicionan como dos luchadores en un ring. La tensión de los cambios que se están produciendo, la podemos aprovechar en vez de asustarnos. Estamos atestiguando cosas que creíamos no podían ocurrir. Y es que Urano siempre nos sorprende.
El compromiso por parte de cada uno de nosotros requiere que sea de manera consciente y no compulsiva. De lo contrario el resultado será angustia y desesperanza. Podemos quejarnos de ello, adaptarnos o crear nuevas situaciones. Se nos está pidiendo una alta pro actividad de la vida con su nuevo paradigma en donde los valores están cambiando con la esperanza de que el bien y la justicia se impondrán en el mundo. En lo más recóndito de nuestro corazón creemos que así será pero que nos toca desempeñar una parte en el conflicto todavía. Por ende, se necesitan personas de buena voluntad. Cultivar el auto conocimiento, el entendimiento de la naturaleza y virtudes como la compasión.
Además de ello, necesitamos abastecernos de energía. Misma que obtenemos de los alimentos y del oxígeno que respiramos. La salud depende del equilibrio de las entradas y salidas de esta energía. Los alimentos son calorías que se tienen que quemar y para lograrlo necesitamos oxígeno.
Al finalizar el año, es común que nos sintamos cansados, decaídos, afligidos, colapsados, añorando las vacaciones. El cambio de estación de otoño a invierno produce tensión y en esos momentos tenemos más probabilidad de enfermar. Por ende, conviene estar atentos de cómo nos afecta cada actividad que hacemos, así como de nuestros pensamientos y sentimientos ya que todo lo que experimentamos nos carga o nos descarga como una batería.
La forma más simple de cargarse de energía es hacer respiración rítmica cuando caminamos. Por ejemplo, podemos inhalar al dar dos pasos y exhalar al dar dos pasos. Cada vez que respiramos nuestro cuerpo se alcaliniza. Solemos ausentarnos con nuestros pensamientos y nos perdemos de los momentos presentes. Si nos concientizamos cuando respiramos, tomamos más prana. También es recomendable hacer Anuloma-Viloma que consiste en tapar la fosa nasal derecha e inhalar por el lado izquierdo. Luego se tapan ambos lados, se retiene unos segundos y se exhala a través del lado derecho. Para completar el ciclo, se tapa la fosa nasal izquierda e inhala por la derecha. Podemos tapar los orificios de la nariz con el pulgar y anular de la mano derecha. Se recomienda hacer de 5 a 10 ciclos diariamente.
Otra forma de cargarse de energía es comer conscientemente. Es ideal elegir comida con mucho prana tal como las verduras, las semillas y frutas. Ya que se digieren rápidamente y nos llenan de energía. Por ejemplo, cuando uno está agotado se recomienda reemplazar la comida usual por frutas, comiéndolas lentamente disfrutando de su gusto.
Una tercera forma de recargar energía es a través de la naturaleza. Estar en contacto con ella es estar en una pileta de prana. Nos hace sentir vigorosos. Hacer jardinería, caminar descalzos sobre el pasto, abrazar un árbol y tomar el sol son algunos ejemplos de ello.